20. Hiroshima, ma terreur

(22/VIII/2013. Genbaku Dōmu / Cúpula de la Bomba Atómica, Hiroshima. Japón)
Aquella radiografía tridimensional ansiaba abalanzarse sobre su observador.
Semejante oda a la barbarie humana trajo a mi mente la famosa carta (*) de Cornelius W. Lippmann, que suscribí desde ese instante.
Después, sin razón aparente, aposté por la música de Bob Dylan para enmudecer aquel silencio tan trepidante y retirarme respetuosamente. Sin razón aparente, como tantas otras cosas, como las bombas que fulminan personas.


(*) Carta del señor Lippmann, de Eureka, Colorado, dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas, publicada en el New York Times:

Estimado Señor:
Le escribo para comunicarle que he decidido renunciar como miembro de la raza humana. Por consiguiente, pueden ustedes prescindir de mí en los tratados o debates que esa Sociedad realice en el futuro. Saludo a usted con atención.
Cornelius W. Lippmann
(De: “Abaddón, el Exterminador”, por Ernesto Sabato)

19. ¿Hacia dónde?

(21/VIII/2013. Fushimi Inari-Taisha, Kyoto. Japón)
Subí colinas y bajé valles. Caminaba y caminaba, con rumbo pero sin destino. Yo era mi propio vagón enloquecido en aquella montaña rusa secuestrada por un pasadizo naranja. Conté cada arco torii hasta que se me acabaron los números y, cuando llegué al final, me encontré, tres horas más viejo y más sabio, de nuevo en el principio.

18. Geiko (Geisha)

(20/VIII/2013. Shimbashi, Kyoto. Japón)
Invisibles, escurridizas como anguilas, fugaces, transparentes...


17. Conjunción (no adversativa)

(20/VIII/2013. Kinkaku-ji, Kyoto. Japón)
En el álbum "Bellezas de Kyoto" se nos han pegado dos cromos; pero no seré yo el que los separe.


16. Tecnología...

(19/VIII/2013. Kanazawa, Japón)
¿Por qué no? No sólo de robots vive el nipón.
En ocasiones, cumplir con ciertas necesidades puede ser más complicado que pilotar un Airbus-380. Capaces de propulsar una serie de chorritos pirotécnicos que ríete tú de las fuentes de Versalles, estos artilugios gozan de omnipresencia. El trono de la figura, en particular, se hallaba instalado en unos servicios públicos sin vigilancia y, por supuesto, gratuitos.


15. Atardecer

(19/VIII/2013. Kanazawa, Japón)
He paseado por el "Hogashi  chaga-gai", esto es, el distrito las geishas, establecido a principios del siglo XIX. Sus tradicionales fachadas de madera se defienden de los últimos rayos solares del día.


14. Gasshō-zukuri

(18/VIII/2013. Shirakawa-gō. Japón)
No, no es la aldea irreductible de Astérix y Obélix. Es, por contra, un magnífico exponente del estilo de arquitectura tradicional nombrado en el título. Gruesos y pendientes tejados de paja que deben ser renovados cada 20 años en una maniobra que involucra a cientos de personas.