![]() |
| (18/VIII/2013. Takayama, Japón) |
Tras el instintivo escalofrío provocado por el término, comprobamos, con alivio, que no se trata en este caso de mercancías a la sombra del índice Nikkei, sino de algo tan prosaico como alimentos. Propios y extraños, comunes y no comunes, se exhiben en variedad y cantidad. El temblor -estamos en territorio sísmico, no lo olvidemos- puede llegar, sin embargo, en un cara a cara desprevenido con tres melocotones por cinco euros.

No hay comentarios:
Publicar un comentario